Lo profundo de la temática de lo que
a posesión demoniaca se refiere, esta dada en una de las conversaciones entre
el cura de la iglesia y el monasterio, Padre Joseph Steiger y el monje
Capuchino, “Teophilus”, después de haber vivido tanto el sacerdote del
santuario religioso como las monjas enclaustradas en él, evento de la
existencia de demonios deambulando por los recintos eclesiásticos y el haber
hecho padecer a dos de sus religiosas lesiones perpetradas por Emma en su
locura demoniaca.
Es en aquella conversación donde se revela que las posesiones demoniacas se deben a la fragilidad humana de resistir una serie de embates que los lleva a sufrir en su existencia situaciones, que, según el monje, son generadas por los demonios y de quienes se han dejado sucumbir a los deseos infernales de estos seres invisibles.
“Teophilus”, comenta que las
posesiones se deben a la falta de cumplir los compromisos que se han contraído desde
el alma, es decir del profundo sentir de ella y que se representa en el corazón;
dejándose avasallar por los embates que la vida entrega a cada persona.
Acciones que se relacionan a los siete pecados capitales (envidia, avaricia,
soberbia, ira, gula, pereza y lujuria), parecen ser gran parte de quienes viven
alguna posesión demoniaca y que desviadas del camino divino, es decir al
carecer de objetivos y sueños, o simplemente de buscar en otras cosas una vida
más fácil, se dejan sobornar al canto que los seres infernales hacen,
explotando las pulsiones básicas de los hombres
La fe esta dada en la confianza que Dios, permitirá superar estas crisis y lograr el triunfo en los sueños que se persiguen o se tiene. Los eventos que nos llevan a caer o a sentir que nuestras fuerzas y sueños se van alejando y son imposibles de lograr, se deben a los ángeles caídos y sus almas en penitencia de las personas que se han sometido a ellos, ya en vida. La única acción que evita caer en posesiones demoniacas, consiste en el camino que Jesús no mostró, vinculado al amor y al alma, los cuales se comprometen a seguir con confianza y creyendo en quien se percibe como el ser a quien se entrega el sacrificio que se hará por lograr cumplir los sueños y objetivos que se ofrecen como el pan y el vino de la ultima cena, que se revive cada domingo en las misas realizadas en conmemoración de Jesús Cristo, Dios hecho hombre.
Una película que no se debe pasar
por alto y se invita a los lectores de este blog, a verla, antes que la saquen
de cartelera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario