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martes, 17 de junio de 2025

Las Causas de Las Campañas del Sur

 

                                           INTRODUCCION

 


En las postrimerías del siglo XX, en su último decenio, - de los noventa-, se hacía mención de un “Nuevo Orden Mundial”, que traería un salto en la evolución humana, llevando al mundo a un tiempo de paz, orden, y a un supuesto desarrollo mundial de todas las economías. La humanidad en su totalidad, comenzaría a vivir un periodo de esplendor, de un imperio utópico regido por los Estados Unidos de América. Esta quimera se ha desvanecido en el comienzo del siglo XXI, la situación en todos los países del planeta se encuentra en un franco deterioro y una crisis social, económica y política, como nunca antes se ha visto en la Tierra, o que aparentemente no sucedía, haciendo recordar las palabras escritas por Nietzsche en su libro “Así hablo Zaratustra”: “Debéis amar la paz como medio para nuevas guerras, y la paz de corta duración más que la larga”.

 La serie de acontecimientos por las que han transitado los hombres a través del tiempo, ha sido un constante proceso donde los actos violentos han generado las grandes transformaciones y los aparentes saltos evolutivos de la humanidad. Estos brincos progresivos de evolución humana de características dialécticas, han permitido los desarrollos tecnológicos e industriales, descubrimientos de nuevos continentes, conquistas, e incluso la independencia de las colonias de los imperios europeos en otras latitudes del planeta.

Apreciando que estos aparentes cambios de las sociedades humanas hacen recordar el libro “El Gatopardo”, de Giuseppe Tomasi Di Lampedusa, donde las transformaciones de las sociedades, producto del salto tecnológico e industrial, el cambio vía revolución para modificar o acabar con lo existente, e incluso apreciar la independencia de las colonias, han sido aparentes, pues al final “parece que nada ha cambiado, en esta aparente alteración”. Y la vida en sociedad sigue en su mismo estadio.




 Los deseos que todas las personas, en un momento dado de la historia, quisieran ver realizadas por los sujetos que lideran ciertas propuestas en un instante de la existencia humana, llevándolos a creer que se encaminaran a un mejor mundo, de una mayor plenitud y libertad.  Esta aparente invitación, seductora y persuasiva, quedan plasmada en una promesa con objetivos que será el ideal con el cual se convence a la gente. El sueño, se transformará en una utopía, -tan de ensueños como la desarrollada por Chesterton (Utopía), o represivas como la desarrollada por George Orwell (1984), o simplemente privativas, Aldous Huxley (Un Mundo Feliz)-, pero, todas aducen siempre a la búsqueda de la libertad, de prosperidad, quedándose sólo en la propuesta y en la esperanza que la sociedad y el mundo cambiará.

El proceso independentista o emancipador de Chile, surge como imperiosa necesidad de “proteger al imperio y sus colonias, del poder extranjero que ocupaba la península Ibérica desde 1808”. En la América española, en cada Virreinato y Capitanía existente en ella, comienzan a vivirse procesos de conformación de Juntas de Gobierno, con la finalidad de administrar aquellos territorios y la Capitanía General de Chile, procedía del mismo modo que las provincias unidas del Virreinato de La Plata, a pesar que dependía directamente del Virreinato existente en el Perú. Producto de una serie de eventos que el Gobernador García Carrasco, incurrió, involucrándose, en actos de corrupción, trafico de productos y en el asesinato de personas extranjeras, como asimismo,  enviar a octogenarios personajes que en reuniones y conversaciones exponían el sueño emancipador, pronto la población se alboroto en su contra, siendo utilizado este malestar para establecer una Junta de Gobierno que encaminara hacia el logro emancipador de forma pacífica.



El sueño de romper las cadenas que la unían al Imperio español y  abrir sus mercados a los productos provenientes de países donde la Revolución Industrial había dado un salto en sus economías que no sólo afectaban a la sociedad de aquellos estados, si no también, generaban en el mundo una demanda de productos elaborados industrialmente, afectando el proceso mercantilista de las colonias españolas, que al estar prohibido el comerciar con países que no pertenecieran al Imperio, sufrían del contrabando y el tráfico encubierto de navíos balleneros, pesqueros y de guerra provenientes de Inglaterra, Estados Unidos y otros países donde el proceso industrial masivo daba un salto cuantitativo en sus economías. Producto de esto, llevó a ciertas personas de la sociedad colonial en América, y por ende en Chile, por anhelar lograr la independencia del país, y para ello sirvieron de manera sorprendente los ideales revolucionarios franceses: libertad, fraternidad e igualdad, con los cuales comenzaba a crearse pensamientos, ideas y a redactarse en la sociedad colonial chilena, los sueños y deseos de poder emanciparse del Imperio Español.

Cimentados aquellos anhelos de independencia de los países americanos que conformaban el Imperio Español, llevaron a caricaturizar y denostar, poco a poco, a quienes aún defendían los idearios coloniales y el modo de vida existente. Este proceso se vería acelerado en la Capitanía General de Chile al encontrarse que el Gobernador que reemplazo al Gobernador Luis Muñoz, demostraba tener hábitos que lo involucraban con gente del bajo mundo, donde los actos delictuales, el contrabando y la estafa eran lo acostumbrado en su proceder. Antonio García Carrasco fue una persona siniestra que con su actuar ayudo a precipitar la creación de la Junta de Gobierno, el primer paso para lograr la independencia; aquel sueño que muchos en el país, deseaban que corrieran por los caminos de la negociación y en paz.  

La idea de la existencia de sujetos codiciosos, usureros y con clara tendencia a todo evento vinculado a la corrupción, como era en ese entonces el contrabando de productos terminados industrialmente. Esta situación lleva a creer que, desde antes de su conformación como estado Independiente, Chile ya había tenido eventos que producto de la ignorancia de nuestra historia se vuelven a repetir en una dialéctica involutiva, que por necesidad de crecimiento del factor humano se dan a saltos. Esto lleva a ver, que en cada Imperio, Nación o Estado ha tenido en la cúspide de su administración a personajes que uno puede llegar a expresar que poseían alguna problemática psico-social.

La visión oculta para la población de un territorio acerca de estar dirigidos por sujetos con algún tipo de neurosis esquizoide, paranoica, megalomanía o cualquier otra de índole psiquiátrica, ha permitido que esto se replicara en todo lugar donde el deseo de obtener el poder, se encuentre presente, en todo los tiempos y lugares del mundo; hoy tampoco difiere mucho de antaño. La historia ha demostrado, que las conductas de quienes han logrado llegar al pináculo del poder no se diferencian grandemente en su forma de proceder, aunque hoy pareciese que la masa de la población, gracias a los avances tecnológicos, que han permitido el desarrollo de las comunicaciones y de los medios de información, llevan a tener la percepción, que existe una mayor capacidad de ver a quienes alcanzan una cuota de poder o logran ciertos cargos  de injerencia político-social y económica, que no son las eminencias intelectuales y con grandes conocimientos culturales e históricos, como asimismo de poseer una especialidad en alguna disciplina que necesitan dominar para dirigir al Estado hacia las vías de libertad y desarrollo.  


 

Bajo los conceptos de Libertad y desarrollo de un país, de sus habitantes, se han logrado establecer una serie de personajes, que ante su necesidad de aparentar lo que no eran, mantuvieron una imagen socio-política que requería y aun requieren sea manejada por un equipo multidisciplinarios de asesores. Hoy las figuras de individuos candidatos a algo, son en si un equipo o empresa socio-política que busca hacerse del poder o una cuota de poder y que traspasa las ideologías que imperaban hasta la década de los setenta, durante el siglo XX. Los gobernantes de Egipto, de Mesopotamia, Babilonia; los emperadores romanos, como también personajes de la talla de Napoleón Bonaparte, Oliver Cromwell, Carlo Magno, Alejandro Magno, Josep Stalin, Adolfo Hitler, Golda Meier y tantos otros que han existido y aun son referentes de los tiempos que ellos vivieron, mantuvieron una idea, una ideología más allá de un sueño de libertad y desarrollo. Ellos no se quedaron simplemente en la retórica de esto, ni en falacias de teorías económicas de “alcanzar el desarrollo con empresas de servicios” … Ellos aprendieron que no sólo la especulación y el juego político lleno de intrigas permitirían llegar al poder, sino que era el trabajo, el esfuerzo y el aunar a toda una población hacia un objetivo, hacia un sueño, los que los levantaría hacia un trono sobre los hombres. Se convertían en semi dioses, digno de llegar al Olimpo, Valhalla o al cielo, al demostrar con su esfuerzo, lucha, persistencia, que los sueños se pueden convertir en realidad. Las ideas se convertían en carne, con el ejemplo que daban por lograr los objetivos trazados para el cumplimiento de ellos.

En el proceso independentista de América, gran influencia tuvo Napoleón Bonaparte, cuya megalomanía lo llevaba a soñar con una Europa unida bajo su mando y gobierno. Está idea lo llevo a emprender campañas bélicas contra los diferentes imperios o monarquías existentes en ese tiempo en Europa, con el deseo que Francia fuera el ente rector de aquel imperio. En ese sueño, en un acto de juego político, lleno de argucia, se hace del trono de España, afectando con ello a las colonias quienes al igual que el pueblo español intentan establecer Juntas de Gobierno que protegieran a la capitanías generales y virreinatos en América y en España no sólo los territorios sino también, la significación que tenía Fernando VII, el rey, en su existencia como país e imperio. La nobleza española al ver que los franceses ocupaban su territorio, aparentemente, para invadir Portugal, y la ofensa que no sólo hacían a los reyes borbones, sino también a ellos y a toda la población que conformaban la España imperial, con el apresamiento de Fernando VII, su rey, al padre de este, -Carlos IV-, que recién había abdicado en favor de su hijo, se apresuraron en reconocer al emperador José Bonaparte impuesto por el mismísimo Napoleón. Nunca imaginaron que “la plebe”, se alzaría para proteger el Imperio, creando sus Juntad de Gobierno en cada ciudad española, las cuales serían replicadas en América, pero que iría variando hacia una idea de emancipación, no sólo por querer hacer un Estado independiente, sino, más bien, para acabar con el contrabando y el poder como país independiente establecer comercio con los estados europeos que ya daban un salta productivo, masivo, gracias a la Revolución Industrial.

La creación de Juntas de Gobiernos, en América y la conformación posterior de un poder, político que profesaba el sueño o la idea de independizarse de España, llevo a un conflicto armado entre quienes deseaban permanecer bajo el alero imperial hispánico y quienes deseaban ir un paso más allá. La emancipación de los países de América, era una aventura, cuyo proyecto, al parecer, no tuvo objetivos claros de conformación, dirección y gobernanza de ellos. Aún hoy no hay una idea o camino, como política de Estado, que permita decir que se persigue una estrella, un objetivo de aquel sueño libertario que nuestros próceres, tal vez, quisieron darnos. Todo es momentáneo, mientras un grupo político en alianza con el poder económico, alcancen la dirección del Estado y logren los sueños más básicos y personales que poseen, al carecer de una idea clara o de un objetivo bien determinado a cumplir, sólo intentaron obtener la mayor ganancia haciendo uso y abuso del poder concedido.

La idea de emancipación, al parecer, única instancia que permitía aunar las ideas de lograr una autonomía a nivel país, como, asimismo, de abrirse a los mercados con países ajenos al Imperio español, en especial con aquellos estados federados, monárquicos y republicas que vivían en ese tiempo y antes la conocida Revolución Industrial.  Los grupos de poder existentes dentro de la Capitanía General de Chile, se establecían entre dos ciudades de relevancia política y comercial, al hallarse próximas a los principales puertos existentes en el territorio. Tanto Santiago como Concepción, tenían la virtud de estar próximos a los puertos de Valparaíso y de San Antonio, el primero y de San Vicente y Talcahuano la segunda urbe. Aquellas familias que se hacían del poder político de la Capitanía General de Chile, estaban fuertemente ligadas a los estancos comerciales, a la importación de productos y al desarrollo precario de la agricultura y ganadería existente, produciendo en ellos una especie de hegemonía político y social que debía  imponer y someter, a todos quienes se oponían a las ideas que tenían, concepción de las elites socio-políticas que imperan en Chile hasta nuestros días.

A pesar que en los procesos educativos muestran un retroceso en materias relevantes para las personas, producto que muchas materias, en nuestro país, se han eliminado y otras se han fusionado. En este último caso, lo han sido Geografía, Historia de Chile e Historia Universal, en tanto otras han sido totalmente borradas del plan educacional de los colegios, como son Química, Física, Francés, Filosofía, Técnicas Manuales (fusionada a Artes Plásticas), entre otras; todas ellas han demostrado ser importantes para el proceso cultural  de las nuevas personas que habitaran el territorio de nuestro país, soñando por lograr tener un mejor país, económicamente pujante y socialmente igualitario y donde la historia demuestra tener un papel relevante, para evitar que eventos del pasado se vuelvan a repetir de la misma forma.

Aquellos visionarios de la independencia de Chile percibían que el país iba quedando rezagado al proceso industrial (Revolución industrial, surgida en Inglaterra e Irlanda en el año 1760, que afecto en lo tecnológico, lo económico y lo social, transformando la sociedad de aquellos países), y que hoy vuelven aparecer en un nuevo neocolonialismo denominado Nuevo Orden Mundial, donde el desarrollo tecnológico, amén a las tecnologías de la información, internet y el nuevo fenómeno de la Inteligencia Artificial (I.A), transforman al mundo como lo hizo en otrora los procesos industriales y la producción en masa. Seria España como imperio quien llevo a la América hispana al rezago Industrial, fue y aun es,  una herencia del “Imperio donde nunca se oculta el Sol”, como era denominado el español en esa época, quien tenía por norma e impedimento a sus colonias de comerciar  con otras naciones y colonias , que no pertenecieran al dominio español; esto conllevo, a la existencia de contrabando de lo producido industrialmente, como telas, armas, clavos, herramientas, loza, y todo los que hoy utilizamos en las casas, que eran fabricados en procesos estandarizados de producción, con mejores terminaciones a las elaboradas artesanalmente en los territorios coloniales de América.

Las personas que se involucraron en el proceso emancipador de Chile, motivadas por las maravillas que entregaba este generoso territorio, como lo fueron los extranjeros arraigados en el país y los nacidos en él, tenían el sueño de ser considerados individuos de primera clase, y no sometidas a ley es que los hacían ver en un Imperio donde las castas superiores provenían de la misma Península Ibérica e incluso de extranjeros al servicio de la corona española, como sujetos de segundo o parias. Estos individuos que sentían estar segregados en su propia tierra y con la dificultad de lograr alcanzar algún día alguna cuota de poder político o de obtener algún cargo dentro de la estructura gubernamental del Imperio, vetados para ellos por el simple hecho de haber nacido en estos territorios coloniales, encontraron en las ideas de independencia del Chile, lograr tener la posibilidad de tener alguna cuota de poder socio-político y económico dentro de él. Las oportunidades, se suponía para cualquier hombre medio del país, se abrirían para ellos ante las proclamaciones y anuncios que realizaban los próceres o líderes de aquel movimiento “patriota”. Junto a esto se apreciaba que el Contrabando y la corrupción, dentro del país, estaba organizado por los mismos sujetos encargados de dirigir el país y/o pertenecían a las clases más prominentes del país, las cuales se dedicaban al establecimiento de estancos comerciales y a la explotación agrícola y ganadero en las haciendas y estancias legadas por sus antepasados...

La situación que generaba la crisis en Europa, producto de las guerras originadas por Napoleón, habían transformado el mundo en una situación muy compleja en cuanto a los sueños de unirse al mundo de la industrialización (Revolución Industrial), y a las secuelas de la Francesa, que en su legado propagandístico, expresaba el deseo de “libertad, fraternidad e igualdad”, donde la idea de masa humana tomaba forma, en tanto bajo estas premisas, se elevaran las pretensiones más perversas y las más altruistas en la humanidad. España sometida y ocupada por Napoleón, en una de sus tantas argucias, donde a su fiel aliado Borbón, Carlos IV, solicitaba el ingreso de sus tropas a la península Ibérica para invadir a Portugal, justo en momentos que tenían un litigio por la corona española, el padre (Carlos IV) y su hijo (Fernando VII), Y al momento de abdicar el padre en favor de su hijo, Napoleón Bonaparte los apresa, y lleva cerca de Madrid, a Bayona, donde la nobleza hispana reconoce a José Bonaparte como su Emperador…en tanto, la burguesía y el pueblo no lo aceptan y se rebelan “para  proteger los derechos de la corona a su rey Fernando VII”. En América, ante los hechos ocurridos en España, los gobernantes de los virreinatos y capitanías generales, en su timorata actitud, esperaban ver hacia quien se dirigían las saetas de la buena fortuna para decidir el bando a quien reconocerían, con la excepción del Virrey del Perú, Fernando de Abascal,  desde que estuvo en conocimiento de los hechos acaecidos en la metrópoli imperial, apoyo la idea que el pueblo español profesaba, proteger y defender los territorios que le pertenecían por orden superior a Fernando VII.



La guerra por la independencia española, que estallara en 1809, generó en América un conflicto de deseos, de variados anhelos, y que incluso produjeron la idea de emancipación. La vacilante actitud de sus gobernantes, que hoy podríamos decir que tenían características de oportunismo y preservación de sus cargos, ante los eventos que se producían en España y del cual llegaba información cada un mes de retraso, generaba en la población con mayor injerencia política y de poder una desazón y exigencia a sus gobernantes por una determinación a favor de José Bonaparte i en defensa del Rey Fernando VII,  y que permitiera, a su vez, a los virreinatos y capitanías generales seguir un derrotero. -Todo sistema necesita tener un objetivo en la vida y enfocar sus esfuerzos por lograrlo-.  

La sociedad de la Capitanía General de Chile, en ese tiempo, incluso hasta después de la independencia del país, gustaba el sistema imperante de orden y paz existente en cada pueblo y ciudad de ella. Sus habitantes, acostumbrados a esta tranquilidad, optaron por mantener aquel mundo al cual se habían acostumbrado y levantaron banderas con el transcurrir del tiempo a favor del Rey, en especial, quienes habitaban del rio Ñuble hacia el Sur, incluso hasta bien entrada la República Liberal de Chile, apoyando a quienes defendían aun la idea de recobrar el país para el Imperio español.

La idea de proteger las colonias de América de toda amenaza extranjera y preservarlas para el Rey Fernando VII, no fue la única causa para el deseo de independizarse.  El proceso generado en la Revolución Industrial, en los países de habla inglesa, como lo era Gran Bretaña, donde la producción alcanzaba márgenes nunca antes vista, con productos finales mejor elaborados que los fabricados artesanalmente y aquella distancia se incrementaba con las colonias y sus rudimentarias herramientas y formas artesanales de producción; esto llevaba a las familias más conspicuas a adquirir o pretender hacerse de productos manufacturados, como telas, servicios de metal, vajillería, y demás implementos elaborados industrialmente, los cuales se mostraban superior a los producidos en el país de forma artesanal. El contrabando de estos productos comenzó a germinar en todos los puertos de América y en cada costa que se prestase para realizar desembarco de estos productos. Un contrabando que surgía de una ley colonial del Imperio español, al prohibir el comercio con países que no perteneciesen al “imperio donde nunca se esconde el sol”, como era conocido el español hasta principios del siglo XIX.

El contrabando de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, en América, engendró en las mismas autoridades, un proceso de destrucción de lo legal y lo correcto, que se conoce hasta hoy como corrupción.  El bienestar de las personas, sus libertades, proyecciones, sueños, pasaban a un segundo plano en pos de los beneficios que conllevaba cada acción corrupta que cometían, donde se puede incluir el mismo comportamiento timorato, para optar por una determinación de apoyo al rey Fernando VII o por el advenedizo usurpador de la corona española y sus dominios: el emperador José Bonaparte. El conocimiento de algunos de estos eventos donde no sólo estaba implicado el Gobernante de la Capitanía General o de un Virreinato, sino también grandes hacendados, profesionales de la medicina, leguleyos y otros, como asimismo diferentes sujetos dentro de la administración gubernamental, los cuales se entremezclaban con delincuentes y asesinos, para lograr sus cometidos y obtener ganancias de los productos mal avenidos y que siempre llegaban en navíos mercantes y balleneros con bandera extranjera, principalmente inglesa y estadounidense.  



La serie de acontecimientos como los acaecidos en la Capitanía General de Chile, con el Gobernador  Antonio García Carrasco y el caso “Escorpión”, despertaron un alzamiento en la población que al conocer los sucesos, a los cuales el mismo García Carrasco para, tal vez, ocultar esto, determino llevar a las mazmorras de El Callao a tres venerables ancianos que en sus saraos y reuniones profesaban ideas emancipadoras y libertarias, de conformar un Estado independiente de España y libre para establecer relaciones políticas, diplomáticas y comerciales con cualquier estado del mundo.

Juan Antonio Ovalle, José Antonio de Rojas y Bernardo Vera Y pintado, fueron enviados a Valparaíso, presos el día 25 de mayo de 1810, producto de las delaciones y por las simples sospechas que caían en ellos, de propagar ideales que atentaban contra el Rey y su imperio; esto permitía a García Carrasco crear una especie de manto de encubrimiento a sus acciones delictivas en las cuales había caído por hacerse del contrabando del buque ballenero de origen inglés “Escorpión”. La sociedad santiaguina, en especial los miembros de la aristocracia criolla, tuvieron la más enconada y violenta reacción ante lo que veían como un abuso de autoridad contra tres de los más venerables ciudadanos de la ciudad. más aún, al recibir correos sobre la decisión de la Junta de Gobierno de Buenos Aires, por deponer al Virrey de las Provincias de La Plata, Baltasar Hidalgo de Cisneros, estímulo a que más gente se uniera a la protesta y se armaran con el claro fin de destituir al Gobernador y reemplazarlo por una Junta de Gobierno.  Para evitar la constitución de, intervino la Real Audiencia, proponiendo que García Carrasco debía renunciar a su cargo de Gobernador y proponiéndoles a los miembros del Cabildo conformado de reemplazarlo por el oficial de más alta graduación existentes en el país. Quien fue nominado, al final, el Brigadier Mateo de Toro y Zambrano, partidario de hacer un proceso emancipador de España.

Tal vez fueron las actividades de contrabando y la corrupción que se estaba dando en los territorios imperiales de América, los que despertaron a una gran parte de la población para realizar sublevaciones, que produjeran la renuncia de gobernantes y las expulsiones de los cargos relevantes a alcaldes y oficiales de los ejércitos del Rey en los Virreinatos y Capitanías Generales. Esto llevó a consolidar las ideas que muchos sujetos soñadores por lograr “libertar”, a estas regiones, exponían en las conversaciones que se daban en saraos y reuniones sociales, como se estilaba hacer en esos tiempos.  Pronto estas opiniones se convirtieron en eventos que llevaron a la instauración de Juntas de Gobierno en los Virreinatos y Capitanías Generales de la América colonial española, lo cual se debe agradecer a la conformación en la Península Ibérica de Juntas y Cortes para proteger al imperio “Donde nunca se esconde el sol” y a su monarca en las diferentes regiones de ella.

Pronto el proceso en paz que se venia realizando para lograr la independencia del país, entraría en otro de características más violentas incentivadas por actos como el del Coronel partidario del desplazado gobierno colonial, cuya paz y tranquilidad fueron el pilar por que habitantes de este territorio sostuvieran la enseña española hasta bien entrada la República Independiente de Chile y por otros como Juan Martínez de Rozas, y el ímpetu beligerante de la juventud de los hermanos Carrera, entre otros por lograr la emancipación y evitar que siguieran ocurriendo hechos de corrupción y contrabando en el país.

La réplica de las juntas de gobierno en España donde resalta la de Sevilla, -la cual en un breve tiempo seria reemplazada por la Corte de Cádiz-; en América, conllevarían a un conflicto armado, que se conocerá como la “revolución independentista hispano-americana”. El conflicto que se diseminó por América desde 1809 en el continente, llegaría a la Capitanía General de Chile, en 1810, emulando a lo sucedido en el Virreinato de La Plata (25 de mayo de 1810), sin existir, en ese entonces, mayor información de lo que estaba sucediendo en los otros virreinatos americanos hasta dos meses después de instaurarse el 18 de septiembre de 1810, la Primera Junta Nacional de Gobierno, dentro de la Capitanía General de Chile. La Junta de Gobierno de México fue instaurada el 9 de agosto de 1808 y la del Virreinato de Nueva Granada (Colombia- Junta de Cartagena el 22 de mayo de 1810-, Ecuador -primera junta de Quito, el 10 de agosto de 1809), y la Capitanía General de Venezuela el 19 de abril de 1810. El conflicto que surge en Chile, será titulado en este libro como “Las Campañas del Sur”, dada la forma que se dieron las batallas en ella, donde las más relevantes por la forma que se dieron, serían las que permitieron la consolidación de la emancipación chilena, como lo fueron Chacabuco (12 de febrero de 1817), Cancha Rayada (19 de marzo de 1818), y la de Maipú (5 de abril de 1818). Exponiendo que la mayor cantidad de combates se realizo al sur del rio Maule, en especial entre el Ñuble y el Biobío, regiones vitales en ese entonces, por su agricultura y ganadería.



Flavio Josefo: La Guerra de los Judíos

  "La Guerra de los judíos" es una obra de los conflictos que estos tuvieron desde  " la conquista de Jerusalén "...