Poco a poco su fidelidad a sus orígenes parece irse mellando pero, cuando estalla la guerra, recibe un cargo de comandante judío en Galilea. Derrotado, es hecho prisionero por los romanos, pasa a sus filas, adopta el nombre de Tito Flavio Josefo, asiste a la caída de Jerusalén y presencia y describe la destrucción del Templo de Salomón. A él debemos el único relato completo de la guerra de 66-73 hasta la caída de Masada, conocida solo gracias a Flavio Josefo. La obra de este judío considerado traidor por los suyos pero que, en el fondo de su alma, siguió siendo judío hasta el final, nos ha llegado gracias a los cristianos, que la consideraron como «el quinto evangelio"
( https://www.lecturalia.com/libro/107653/la-guerra-de-los-judios#google_vignette).
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