En aquella necesidad de cimentar el devenir de la economía de Chile, nos encontramos en una profunda ignorancia de nuestra historia y de quienes han sido nuestros antepasados, del cual se ha legado una tradición no escrita y de costumbres simples, que pasamos por alto, como por ejemplo, el rito de bañarse diariamente o después de un trabajo extenso y sudoroso. la distribución de los alimentos, la ubicación de la cocina, con el siempre intento de ubicar un fogón al medio de aquel lugar, un habito ancestral de todos los pueblos americanos en sus viviendas.
Mientras por costumbre occidental, legado al deseo de unirse a un mundo económico occidental y europeo, festejamos celebraciones que se alejan del mundo natural existente en las diferentes regiones de nuestra "América Morena", apodada de esta forma, producto del color cobrizo y tostado de la piel de sus habitantes originarios. Una de aquellas celebraciones tradicionales es el "We Tripantú", costumbre de los pueblos promaucaes, como el Mapuche, el Pehuenche, los Lafkenches, Huilliches y Puelches, entre otros pueblos originarios que se vinculan por costumbres y cultura a estos.
Mientras celebramos la Navidad,el Año Nuevo y "la semana santa", en los pueblos mapuches entre los días 21 y 24 de junio, conmemoran la llegada de un nuevo año, es decir de un nuevo ciclo de naturaleza, la cual comienza con el proceso de lluvias o invierno y culmina con cada otoño, que prepara a esta para iniciar un nuevo periodo, por ello se relaciona con el cambio de año. Es el momento del solsticio de invierno, el día más corto en el hemisferio Sur.
Para los pueblos mapuches, el día que es el más corto del año en la región austral de América , momento que el invierno parece comenzar a retroceder, alargando las horas de sol, y mostrando unas fechas propicias para la agricultura y la gestación de los animales.
Gracias a la observación, los hombres de estas regiones comenzaron a interpretar que al comenzar el invierno, los días se alargaban y que esto era generado por influencia de la luna, la que estimulaba el desarrollo de los brotes y de la reproducción de animales, Veían y creían que la tierra comenzaba a limpiarse con el agua que caía de los cielos.
Aquella agua enviada por "Ngenechén", a quien podemos relacionarlo con "Dios", por medio del espíritu del agua ( "Ngen-ko"), la tierra se prepara para un nuevo periodo al limpiarse y renovar su ser. Exigiendo al hombre de estas regiones la preparación de las tierras, para recibir nuevas siembras y esperar las cosechas de estas.
EL choque cultural corresponde a una situación donde lo ocurrido en la historia adquiere significación para el devenir futuro, visión que el pueblo mapuche mantiene en su arraigo genético y cultural a diferencia del mundo occidental, donde lo pasado sólo se puede recordar. Y la actividad del "We Tripantú", no es sólo una acción de recuerdo de un pasado perdido, sino, una tradición vigente y palpable que muestra el camino que se debe seguir para prosperar en el mundo, respetando a la madre tierra y sus designios ancestrales, en cuanto a protección y desarrollo de cada ser que habita este mundo,
No hay comentarios:
Publicar un comentario