El libro de Naomi Klein es una narración reveladora de la forma aparentemente fortuita con la cual el sistema Neoliberal, como ideología, ha cubierto a todo el mundo. Un procedimiento que alimentado por los hechos de violencia contra la población civil, generando traumas que en el momento que se viven son inhibidores de cualquier reacción por quienes sufren esta terapia.
Inmensamente cruel, y hábilmente dirigida, donde el discurso que se utiliza para justificar los acontecimientos practicados, demuestran una fría y perverso mecanismo para someter a las personas. Esto conlleva a creer, que el famoso "estallido social", ocurrido en Chile entre los meses de octubre del 2019 hasta marzo del 2020, donde una serie de disturbios de gran intensidad, de inaudita violencia, se expandieron por todo el país, y se justificaban en el alza de treinta pesos del Metro de Santiago, son en si formas con las cuales se desarrollan las fases que el Neoliberalismo busca implementar en su ansiada instauración de sistema donde el Mercado sea regulado por el mismo.
En Chile curiosamente la propiedad privada, necesita de los capitales del Estado que le pueda otorgar para su existencia. Así las Isapres obtienen capitales de la administración del Estado, que saca del sistema de Fondo Nacional de Salud (FONASA), dinero para entregar a los privados, así, lo mismo ocurre en educación, previsión social, donde capitales del Estado son entregados a los privados para sostener sus sistemas y para que no caigan en quiebras , como ha ocurrido con las empresas que fueron del Estado y pasaron a manos de Privados...hoy la ultima de las industrias trasformadoras de materias primas en productos finales, se ha cerrado por mala gestión y falta de competitividad en los mercados internacionales.
La usina de Huachipato, deja a miles de personas en una desesperanza por la falta de trabajo en el país y aumentando los niveles de cesantía existente en el Chile actual.
El sistema neoliberal en su perverso proceder, hace apreciar, que en su búsqueda de liberar a los mercados, lleva a los países de "la América española", a retroceder a tiempos coloniales y anteriores, donde los procesos productivos vuelven a ser rudimentarios, lo cual se aprecia en los emprendimientos que el Estado expone como concursos, para "que los chilenos, que tiene alma de empresarios, puedan emprender". Uno donde el desarrollo estará dado por los carritos de fast food, -que se paran en cada esquina a vender sopaipillas, papas fritas y completos (hot dogs)-.
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