La batalla que dio el triunfo final de Chile sobre las tropas peruanas durante la Guerra del pacífico, ocurrió en la denominada Campaña de la Sierra o de la Breña, en el año de 1883, justo un año después de la gesta heroica de La Concepción. En ella, dado el retiro de las tropas veteranas del Perú, las fuerzas chilenas habian quedado en su mayoría nutridas con reclutas sacados de los campos y ciudades de Chile, que habian comenzado a presentarse como voluntarios a partir del comabte Naval de Iquique, donde marineros chilenos al mando de Arturo Prat y Carlos Condell, demostraron lo que podía hacer un poco de decisión, osadía y cumplimiento del deber.
Los terrenos aledaños al poblado de Huamachuco en plena Sierra peruana, vieron como se enfrentaban los batallones chilenos, compuestos de bisoños, al mando del General Alejandro Gorostiaga contra tropas peruanas curtidas en la guerra irregular - hoy se habla de guerra asimétrica-, junto a montoneras compuestas por individuos de los pueblos indigenas del país (Perú), de rebeldes uniformados que desertaron de las fuerzas armadas del Perú y que nuevamente se encontraron luchando con la finalidad de mostrar su lealtad a su tierra y evitar el enjuiciamiento por rebeldía y deserción. Parecía replicarse lo ocurrido en la región Sur de Chile, con las guerrillas realistas que permanecieron en Chile, incluso después de haberse afianzado la independencia de él y que estaban comandadas por el Capitán Vicente Benavides ( 1819 a 1822) y posteriormente por Juan Manuel Picó (Sector cordillerano de Nahuelbuta, Los Angeles, Nacimiento Santa Juana, Yumbel y cordillera de Los Andes), el cura Mariano Ferrebu (Area del Golfo de Arauco hasta Valdivia), y posteriormente los hermano Pincheira (Antonio, Santos, Pablo y José Antonio. Años de 1822 a 1830).
Huamachuco es una demostración del valor y la sangre fria de un lider como Gorostiaga que supo impregnar en sus hombres aquella conducta que los llevo a realizar actos decisivos en pos de salvar sus vidas y mantenerse dueños de aquel territorio, estaban en una situación donde el precepto era "vencer o morir", pues esta en el inconciente colectivo de cada chileno que dar la espalda al enemigo es sufrir una embestida donde la sangre de uno es la que regara la tierra y generará un desbande de los compañeros de armas. Las experiencias de los conquistadores y las posteriores guerra en la Araucania, hicieron que los habitantes de esta angosta y larga faja de tierra conocieran por las historias de sus padres y abuelos, sobre aquellos enfrentamientos e incluso las revoluciones internas y las de emancipación vividas.
Aquel conocimiento que se internaliza en la sangre, producto de la historia y las experiencias contadas por fuentes directas de los acontecimientos y el temor al bandidaje rural, que hasta mediados del siglo XX asolaban los campos, forjaron en cada chileno esa capacidad de hacer frente a las adversidades con todo el pundonor de quienes se encuentran sin más probabilidades que sólo combatir. El chileno fue como el puma cercado y sin escapatoria, que debe hacer frente a quienes lo rodean y esa vivencia se replico contra las fuerzas comandadas por José Avelino Caceres Dorregaray, conocido como "el brujo de los Andes".
El General Avelino Caceres habia concentrado a sus fuerzas en la cordillera de los Andes, conocido como la Sierra, para combatir al invasor chileno, que triunfante en las batallas de la Guerra del Pacífico, y en especial las de Chorrillos y Miraflores habia llegado a la capital peruana, entrando de manera ordenada y marcial, dejando un tiempo para que existiera saqueo y destrozos por parte de quienes optaban por huir hacia los sectores montañeses. En ella se reunian hombres que habian servido en los diferentes batallones que conformaban el ejército peruano y que no aceptaban la derrota sufrida a manos de los chilenos, junto a ellos se encontraban en los sectores de la Breña, conviviendo con los pueblos indigenas de aquellas regiones, desertores de esas mismas fuerzas, con los cuales, el general José Avelino Caceres, el coronel Juan Gastó , -quien perdió la vida en esta batalla-, entre otros oficiales, lograban conformar una fuerza que puso en serios problemas a las tropas chilenas y cuyo último enfrentamiento volvía a dejar como victoriosas a las fuerzas chilenas. Con este evento se quebraba la voluntad política de continuar combatiendo a quienes tenian autoridad dentro del Perú e ingerencia en las determinaciones que se debían realizar.
En aquella batalla Gorostiaga, ante la inferioridad de sus tropas, al carecer de experiencia en combate decidió ir enviando compañia contra los batallones que descolgaba Caceres en su contra, en aquellos enfrentamientos, donde las municiones escaseaban y cada disparo debia cobrar la vida del contrario, comenzó a primar la lucha con arma blanca, haciendo que los sables de caballeria y las bayonetas tomaran mayor importancia. Fue en si, la demostración de la guerra moderna, que aún los ataques a la bayoneta pueden dar la victoria, a pesar que ya en ese tiempo la ametralladora comenzaba a verse como la señora de los campos de lid, y la artilleria era su emperadora.
"El enfrentamiento final sucedió en el pueblo de Huamachuco, el 10 de julio de 1883. Los soldados chilenos se parapetaron en las ruinas incaicas del cerro
Sazón, mientras que los adversarios se desplegaron mayoritariamente en el cerro
Coyurga. Las tropas chilenas, estaban al mando del Coronel Alejandro Gorostiaga,
mientras que las fuerzas peruanas eran comandadas por el General Andrés
Cáceres.
El combate se inició luego que una patrulla de zapadores chilena, fuera descubierta en una misión de exploración. Los adversarios se enfrentaron con un mismo ímpetu, hubo un momento en que los peruanos creyeron haber vencido; pero el General Gorostiaga, al “Toque de Calacuerda”, ordenó un ataque con todas las fuerzas. La victoria chilena, provocó la derrota absoluta del General Cáceres y abrió las puertas a las negociaciones de paz." (Publicación de Museo Histórico y Militar de Chile)
Las fuerzas estaban formadas de la siguiente manera:
Fuerzas Peruanas | Fuerzas Chilenas |
General en Jefe: General Andrés Avelino Cáceres Destacamento del Norte (Coronel Isaac Recavarren)
Ejército del Centro (Coronel Francisco de Paula Secada)
| Comandante en Jefe: Coronel Alejandro Gorostiaga
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