Juan Francisco Sánchez, es de aquellos personajes de la historia que tuvo una gran importancia para comprender la formación del temperamento chileno. Un oficial brillante, hábil que supo superar las crisis a las cuales se vio enfrentando, a pesar de sus virtudes militares y el ojo estratégico con la cual enfrentó la batalla de San Carlos, su formidable liderazgo que hacia que sus hombres respetaran sus ordenes, cumplieran sus palabras y confiaran en las decisiones que tomaba. Aislado en Chillán entre 1813 y 1814, sin obtener los abastecimientos requeridos para continuar la guerra, en momentos que la ciudad antes mencionada, se transformó en el único bastión realista en el país y con decisión, terquedad y liderazgo, logró recuperar el territorio entre el rio Ñuble y el Biobío, para el Imperio.
Había transformado a las tropas del rey, en partidas de guerrilleros, que asolaban la región y hostigaban a las tropas patriotas que eran sorprendidas, asaltaban los pueblos donde se encontraban en manos de guarniciones de soldados de la patria y "recuperaban", ganado y todo implemento que juzgaban necesario y vital para proseguir haciendo la guerra. Sorprendían a las caravanas de municiones y abastecimientos a las compañías existentes en Concepción, Los Ángeles y las que sitiaban Chillán. Vio la necesidad de dotar a todos sus hombres de monturas, para realizar acciones lejanas a la urbe cercada, y hacerlas con la celeridad y rapidez que exigía ese tipo de guerra, que llevaba a los patriotas a entrar y salir rápidamente de los lugares y campos donde actuaban. Muchas de las batallas que sucedieron en esos tiempos, que se dan como victoria a los patriotas, fueron por la forma de proceder de aquellas partidas que heredó en su accionar, el mismo Capitán Vicente Benavides en la campaña conocida como "Guerra a Muerte" y quienes prosiguieron la lucha por el Rey, como fueron los "hermanos Pincheira".
Juan Francisco Sánchez, nació en Betanzos, Galicia por el año de 1757, en marzo de 1773, a sus 16 años sirvió como soldado en el regimiento de Galicia, y en el transcurso de diez años de servicio obtiene las jinetas de Sargento y posteriormente de Subteniente. Combatió a la coalición liderada por los franceses en la "Guerra del Rosellón", en el frente de Guipúzcoa para ser pronto enviado a cruzar el Atlántico y arribar a Concepción, con el grado de Capitán del regimiento Fijo de Concepción establecido en Penco.
Producto de los años de la consolidación de la Junta de Gobierno en la Capitanía General y por no jurar fidelidad a esta y mantenerse fiel a España y su soberano, fue relegado a las defensas costeras del rio Biobío, específicamente en el fuerte de Santa Barbara, donde permaneció hasta el desembarco en el puerto de San Vicente del Brigadier Antonio Pareja y la posterior ocupación de Concepción.
Después de la Sorpresa de Yerbas Buenas y al caer gravemente enfermo el Brigadier Antonio Pareja, y las largas marchas que realizaron en plena estación de lluvias en la región, asumía al llegar a Chillan el mando de las tropas, entregado por el mismo octogenario almirante y brigadier, Antonio Pareja, antes de expirar (21 de mayo de 1813).
Se dice que el Coronel Sánchez, tenia poca experiencia para el mando de hombres, lo que se desdice, por el defensa y organización para hacer frente a las divisiones patriotas que les perseguían , combatiéndolas en el sector de San Miguel de Abremos, y que hoy se conoce como la Batalla de San Carlos. En esta conducta de bajo perfil y de indecisión con la cual se intenta mostrar en la historiografía chilena, se expresa que estaba fuertemente influido por sus asesores, como era el el fraile franciscano, Juan de Almirall. Con el logro obtenido de hacer retirar a las tropas patriotas que lo sitiaban en Chillan, alcanzaban a aislar al general José Miguel Carrera en Concepción, perseguir a las partidas de Milicianos de la Laja que comandaba el Coronel Bernardo O´Higgins y mantener el otro lado del Itata, a la división comandada por Juan Mackenna y Juan José Carrera.
Con ese augurio y la idea de solicitar ayuda al Virrey para que enviara nuevas tropas y armamentos , entregaba cartas para que viajara a otro sacerdote hacia el Callao y le entregase al Virrey Abascal, Aquel sacerdote ayudo a que el Virrey del Perú determinara entregar el mando a Gabino Gainza, a quien le entrega los refuerzos y las provisiones para los hombres que mantenían la lucha por recuperar el país para el imperio español.
Juan Francisco Sánchez, encontró en los oficiales y dirigentes políticos coloniales sus peores enemigos, que al interior de la fuerza que dirigía horadaban su mando y jerarquía entre la tropa y el Virrey. Es un poco como el habito de los chilenos de denostar a quien triunfa.
Su lealtad a la cual confunden con terquedad, llevó a Sánchez a mantener a los hombres del rey cohesionados despues de las batallas de Chacabuco (1817) y de Maipú (1819), logrando recuperar el mando de las fuerzas del rey después de la huida de Mariano Osorio hacia el Perú y conformando una fuerza guerrillera a la usanza de la realizada durante el Sitio de Chillan y que delegó al Capitán Vicente Benavides, para marchar hacia Valdivia y despues al Callao.
Lo que sucedió con él en el Perú, se pierde en la documentación histórica y la falta de elaborar una investigación acerca de este hombre que la historia que no se quiere contar lo llevar a trascender y adquirir un ribete de gran importancia en el desarrollo de Chile, a pesar que la historia y el tratamiento dado a ella, lo denostan, aminorado en los hechos y en la historia, mostrándolo como un sujeto terco, sin capacidades de gestión, fácil de dominar...pero es la demostración de un héroe que supo mantener su palabra, su lealtad jurada y la habilidad para adaptarse a los hechos y las vicisitudes que aparecían en su existir. Es un hombre que falleció "con las botas puestas", defendiendo la causa del rey, ya perdida en América, haciendo que en una marcha por la sierra peruana, a sus sesenta años, su alma se desprendió para elevarse alos cielos en búsqueda de nuevos batallas por luchar.
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